Hotel
Aneto
Un hotel de setenta y cinco amplias habitaciones con todo el equipamiento para el viajero de montaña. Primer cuatro estrellas del valle. Sus generosas dimensiones permiten colocar una escultura enorme, El Árbol del Porvenir, en el patio de entrada. En el interior no hay separación entre la zona de recepción, lobby o cafetería, dejando que la luz natural inunde los espacios. En el hueco del patio de luces que vertebra estos espacios se coloca, La torre de la música, una escultura de veinte metros de altura. En la recepción, cristales cortados a mano dispuestos horizontalmente aluden al hielo y la nieve y un mostrador de madera de roble cortada con suaves curvas da la bienvenida al viajero. Las lámparas de hierro y tela se suspenden a distintas alturas desde los techos más altos, rodeando la barra que se hizo con miles de tacos de madera cortados de forma desigual. La mesa alta que tiene su propia lámpara se usa para lectura de prensa y barra auxiliar. El salón de las piedras es una sala de lectura con docenas de cantos rodados que se suspenden del techo. Para suavizar los pasillos colocamos troncos naturales que parecen crecer a través de los forjados. En las habitaciones, los cabeceros se resuelven con madera clara inclinada y a contraste con la oscura del suelo y los complementos. Todas las paredes se forran con revestimiento vinílico y se imprimen dibujos de manos de antiguos grabados.